Cañón del Colca, en Arequipa. Foto: ANDINA/Archivo.
Lima.- Perú posee muchos sitios -tanto arqueológicos como naturales- con potencial para ser patrimonio mundial en zonas de Arequipa, Ayacucho y Cajamarca, entre otras, sostuvo hoy Alberto Martorell, vicepresidente de Comité Científico Internacional de Asuntos Legales del Icomos (organización asesora de la Unesco en temas de patrimonio mundial).
En declaraciones a la agencia Andina, señaló que, entre estos lugares, destacan el cañón del Colca, en Arequipa; las iglesias ayacuchanas y la ciudad de Cajamarca por el “paisaje cultural que representa al haber sido escenario del encuentro del mundo hispano y andino”. También rescató que en dicho grupo puede incluirse al Señor de Sipán y la huaca Rajada, donde fue ubicado el monarca moche; al igual que el complejo arqueológico El Brujo y la huaca del Sol y la Luna, en Trujillo, así como otros bienes que resulta necesario identificar.
Plaza de Armas de Cajamarca.
El experto consideró que el país cuenta con manifestaciones muy ricas de patrimonio cultural que merecerían ser incluidas en la lista de patrimonio mundial; pero hace falta una mejor política cultural a fin de gestionar su protección, conservación y la futura postulación a dicha categoría.
“Mientras no se trabaje seriamente por la inscripción y protección (del potencial patrimonio), la posibilidad de que alcance lo que la Unesco llama valor universal excepcional es cada vez menor. En algunos centros históricos hay obras que alteran la autenticidad del sitio, la presión en algunos centros arqueológicos no tiene control y se puede perder la integridad del sitio”.
Sostuvo que la reciente inscripción de la Ciudad Sagrada de Caral, la civilización más antigua de América, como Patrimonio Cultural de la Humanidad, debería ser un hito importante para marcar un antes y un después en el manejo de la política cultural.
Iglesia de Ayacucho.
Destacó que lo de Caral es resultado de la labor realizada por el Proyecto Caral, dirigido por la investigadora Ruth Shady, por la preservación de la ciudadela y la capacidad de acción para encaminar la designación como patrimonio.
“Es de esperar que este hecho, positivo para el país a fin de generar desarrollo, marque un cambio en la política cultural, que se asuma un liderazgo y se recojan iniciativas. Es hora de que los gobiernos regionales y locales comiencen a tener mayor participación y generen sus propios proyectos cuidando la calidad y el nivel profesional, pues la capacidad del INC es limitada”.
Las tumbas reales del Señor de Sipán. Foto: Luis Incháustegui.
Comentó que en otros países las autoridades locales y ONG inician procesos para que la población tome conciencia del valor del patrimonio y éste sea restaurado, y luego, apoyados en la entidad pública responsable, presenten una postulación a la Unesco.
Citó, como ejemplo, el trabajo desplegado en México, país que desde 2002 inscribió nueve sitios en la lista de patrimonio mundial, a diferencia de Perú, que sólo logró uno (Caral), lo que refleja la falta de capacidad en materia de gestión.
La presentación de postulantes a patrimonio mundial constituye un procedimiento técnico de alto nivel con pautas, requisitos y condiciones claras establecidos por la Unesco, precisó.