Blanca Varela.
El deceso de Blanca Varela constituye una gran pérdida para la poesía, no solo por su importante obra lírica sino también por su incansable labor de promotora cultural, señaló hoy el laureado escritor Mario Vargas Llosa, quien recordó a la poeta como una persona excepcional, auténtica y que detestaba el oropel.
“Es una gran pérdida, desde luego para la poesía y para quienes tuvimos el privilegio de tratar y frecuentar a Blanca, porque ella era uno de esos seres excepcionales, cuya amistad enriquece a quienes tienen la suerte de disfrutar de ella”, señaló el escritor.
Blanca Varela falleció ayer a los 82 años de edad. Entre sus obras destacan Luz de día, Ese puerto existe y Valses y otras falsas confesiones. Además recibió varios premios como Federico García Lorca (2006) y Reina Sofía de poesía iberoamericana (2007), entre otros.
Vargas Llosa recordó que su amistad con ella se remonta a los claustros universitarios, donde ya se destacaba por ser una persona encantadora y de una inmensa generosidad, además de su discreción para hablar sobre su poesía.
“Es un ser extraordinariamente fino, sensible, creativo y de una discreción que no he conocido en ningún otro autor para hablar de sus poemas, era un tema que evitaba, no se sentía cómoda, no solo era modestia, era algo más profundo”, indicó.
Señaló que cuando Blanca Varela hablaba de su poesía, daba la impresión de que quería ser invisible, pero era muy generosa para hablar de la poesía y la literatura de los otros.
“Tengo cartas de ella comentando de las cosas que yo escribí y le enviaba, que son de una agudeza, de una inteligencia, porque además era una persona de una enorme cultura, y como los verdaderamente cultos pues no exhibía su cultura, había pasado a formar parte de su personalidad”, dijo el escritor en RPP Noticias.
Asimismo, señaló que en los años finales de su vida, fue muy buscada por otras escritoras y poetas jóvenes, a quienes ayudó de una manera inmensa.
“Estoy seguro que muchas de esas escritoras jóvenes que la frecuentaron deben estar hoy día, traspasadas de la pena, porque es una ausencia que todos vamos a notar”, agregó.
“Cuando tuvo que presentarse en público lo hacía a costa de un inmenso esfuerzo, no solo porque era tímida, sino porque era muy modesta, detestaba hablar de si misma, y al mismo tiempo podía ser extraordinariamente locuaz y divertida en intimidad, en pequeños grupos, cuando contaba anécdotas de su vida en Europa”, comentó Vargas Llosa.
Señaló que Blanca Varela, tuvo la suerte de conocer a grandes escritores y frecuentar grupos que llegaron a estar realmente en el centro de la actualidad literaria, intelectual, sobre todo en sus años de París, cuando conoció a Sartre y estuvo muy de cerca en el grupo de los existencialistas.
“Así que contaba anécdotas muy divertidas de todos ellos, pero al mismo tiempo era incapaz de jactarse, de nada de eso, un ser realmente extraordinario, que pasó por la vida, dejando solo simpatía, admiración, cariño y creo que ninguna enemistad”, indicó.
Ejerció el periodismo
Recordó que la destacada poeta también trabajó en el periodismo cultural, en el desaparecido diario La Prensa, escribiendo artículos que no firmaba, y trabajó en revistas como en Oiga con el destacado periodista Paco Igartua.
“Fue una mujer muy activa, y trabajó en muchas empresas culturales, fue representante del Fondo de Cultura Económica, hizo que el Fondo tuviera una colección de libros publicados en el Perú, donde publicó muchos textos históricos y ensayos”, anotó.
“Es una gran pérdida, desde luego para la poesía y para quienes tuvimos el privilegio de tratar y frecuentar a Blanca, porque ella era uno de esos seres excepcionales, cuya amistad enriquece a quienes tienen la suerte de disfrutar de ella”, señaló el escritor.
Blanca Varela falleció ayer a los 82 años de edad. Entre sus obras destacan Luz de día, Ese puerto existe y Valses y otras falsas confesiones. Además recibió varios premios como Federico García Lorca (2006) y Reina Sofía de poesía iberoamericana (2007), entre otros.
Vargas Llosa recordó que su amistad con ella se remonta a los claustros universitarios, donde ya se destacaba por ser una persona encantadora y de una inmensa generosidad, además de su discreción para hablar sobre su poesía.
“Es un ser extraordinariamente fino, sensible, creativo y de una discreción que no he conocido en ningún otro autor para hablar de sus poemas, era un tema que evitaba, no se sentía cómoda, no solo era modestia, era algo más profundo”, indicó.
Señaló que cuando Blanca Varela hablaba de su poesía, daba la impresión de que quería ser invisible, pero era muy generosa para hablar de la poesía y la literatura de los otros.
“Tengo cartas de ella comentando de las cosas que yo escribí y le enviaba, que son de una agudeza, de una inteligencia, porque además era una persona de una enorme cultura, y como los verdaderamente cultos pues no exhibía su cultura, había pasado a formar parte de su personalidad”, dijo el escritor en RPP Noticias.
Asimismo, señaló que en los años finales de su vida, fue muy buscada por otras escritoras y poetas jóvenes, a quienes ayudó de una manera inmensa.
“Estoy seguro que muchas de esas escritoras jóvenes que la frecuentaron deben estar hoy día, traspasadas de la pena, porque es una ausencia que todos vamos a notar”, agregó.
“Cuando tuvo que presentarse en público lo hacía a costa de un inmenso esfuerzo, no solo porque era tímida, sino porque era muy modesta, detestaba hablar de si misma, y al mismo tiempo podía ser extraordinariamente locuaz y divertida en intimidad, en pequeños grupos, cuando contaba anécdotas de su vida en Europa”, comentó Vargas Llosa.
Señaló que Blanca Varela, tuvo la suerte de conocer a grandes escritores y frecuentar grupos que llegaron a estar realmente en el centro de la actualidad literaria, intelectual, sobre todo en sus años de París, cuando conoció a Sartre y estuvo muy de cerca en el grupo de los existencialistas.
“Así que contaba anécdotas muy divertidas de todos ellos, pero al mismo tiempo era incapaz de jactarse, de nada de eso, un ser realmente extraordinario, que pasó por la vida, dejando solo simpatía, admiración, cariño y creo que ninguna enemistad”, indicó.
Ejerció el periodismo
Recordó que la destacada poeta también trabajó en el periodismo cultural, en el desaparecido diario La Prensa, escribiendo artículos que no firmaba, y trabajó en revistas como en Oiga con el destacado periodista Paco Igartua.
“Fue una mujer muy activa, y trabajó en muchas empresas culturales, fue representante del Fondo de Cultura Económica, hizo que el Fondo tuviera una colección de libros publicados en el Perú, donde publicó muchos textos históricos y ensayos”, anotó.
“Estuvo siempre involucrada en empresas del tipo cultural y siempre con esa discreción que la caracterizó en todos los aspectos de su vida”, remarcó.
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