En 2003, Iepe Rubingh, un artista holandés afincado en Berlín, creó el ajedrez-boxeo, una disciplina que combina ambos deportes en un cuadrilátero. Los combates constan de once rounds, seis de ajedrez, de cuatro minutos de duración, y cinco de boxeo, de dos minutos.
Por José A. Ezquerro
Se imaginan dos deportes más opuestos que el ajedrez y el boxeo? Uno se rige por la cabeza, el ejercicio de las neuronas, los buenos modales. En el otro mandan los puños, los golpes, la sangre. Sin embargo, ambas disciplinas tienen algunos puntos en común, como la estrategia. No es lo mismo saltar al ring o sentarse a la mesa de manera más agresiva que tu rival, que salir a defenderse. Y, aún más importante, ajedrez y boxeo llevan al cuerpo humano casi al límite. De lo mental y lo físico.
La idea de su fusión, del ajedrez-boxeo, es de un artista holandés alternativo afincado en Berlín, Iepe Rubingh. En 2003, se inspiró en la lectura de una novela gráfica del francés Enki Bilal, Froid Équateur, donde se esbozaba cómo sería esta nueva modalidad. Las páginas de un cómic bastaron a Iepe para organizar el primer torneo mundial, en Amsterdam, en el que se proclamó campeón. La competición ha cuajado y ahora es el presidente de la Organización Internacional de Ajedrez-Boxeo. Iepe define así su creación: "Sólo he combinado el deporte de concentración más antiguo del mundo con el deporte de lucha más antiguo del mundo".
Reglas
Las reglas de este híbrido son muy simples. No existen categorías ni divisiones por peso. Un combate consta de once rounds: seis de ajedrez y cinco de boxeo. Se empieza con ajedrez, cuyos asaltos duran cuatro minutos; en el boxeo, dos. Durante el cambio de disciplina, los adversarios se ponen o quitan los guantes. El que gana en una de las dos modalidades, por KO en boxeo, jaque mate o porque ha pasado el tiempo en ajedrez, es declarado vencedor inmediatamente. Si al término del encuentro ninguno ha logrado batir a su enemigo, los jueces deciden quién se lleva la victoria a los puntos, computando la actuación en los dos deportes. En principio, los pegadores tienen ventaja sobre los pensadores. Un buen púgil (o mal jugador de ajedrez) sólo tendría que dejar pasar el tiempo en el tablero e intentar noquear a su rival en la pelea de boxeo. O mandarle groggy a mover fichas.
De momento, el concepto ha calado hondo en Alemania, Holanda, Bélgica y Rusia. El actual campeón del mundo es una emergente estrella siberiana de 19 años, Nikolay El Jefe Sazhin. Este estudiante de Matemáticas conquistó el cinturón en el quinto asalto por el título, con un jaque mate al alemán Frank Anti Terror Stoldt, de 38 años, policía y entrenador en Kosovo para las Naciones Unidas.
Iepe creó este híbrido
Iepe Rubingh (sobre estas líneas), un artista holandés de 34 años, creó el ajedrez-boxeo y se proclamó campeón del mundo en el primer torneo que se disputó. Ahora es el presidente de la Federación y ofrece conferencias para promocionar su deporte.
La inspiración
Este cómic, del francés Enki Bilal, sirvió de inspiración en 2003 a Iepe Rubingh para fundar el ajedrez-boxeo.
La idea de su fusión, del ajedrez-boxeo, es de un artista holandés alternativo afincado en Berlín, Iepe Rubingh. En 2003, se inspiró en la lectura de una novela gráfica del francés Enki Bilal, Froid Équateur, donde se esbozaba cómo sería esta nueva modalidad. Las páginas de un cómic bastaron a Iepe para organizar el primer torneo mundial, en Amsterdam, en el que se proclamó campeón. La competición ha cuajado y ahora es el presidente de la Organización Internacional de Ajedrez-Boxeo. Iepe define así su creación: "Sólo he combinado el deporte de concentración más antiguo del mundo con el deporte de lucha más antiguo del mundo".
Reglas
Las reglas de este híbrido son muy simples. No existen categorías ni divisiones por peso. Un combate consta de once rounds: seis de ajedrez y cinco de boxeo. Se empieza con ajedrez, cuyos asaltos duran cuatro minutos; en el boxeo, dos. Durante el cambio de disciplina, los adversarios se ponen o quitan los guantes. El que gana en una de las dos modalidades, por KO en boxeo, jaque mate o porque ha pasado el tiempo en ajedrez, es declarado vencedor inmediatamente. Si al término del encuentro ninguno ha logrado batir a su enemigo, los jueces deciden quién se lleva la victoria a los puntos, computando la actuación en los dos deportes. En principio, los pegadores tienen ventaja sobre los pensadores. Un buen púgil (o mal jugador de ajedrez) sólo tendría que dejar pasar el tiempo en el tablero e intentar noquear a su rival en la pelea de boxeo. O mandarle groggy a mover fichas.
De momento, el concepto ha calado hondo en Alemania, Holanda, Bélgica y Rusia. El actual campeón del mundo es una emergente estrella siberiana de 19 años, Nikolay El Jefe Sazhin. Este estudiante de Matemáticas conquistó el cinturón en el quinto asalto por el título, con un jaque mate al alemán Frank Anti Terror Stoldt, de 38 años, policía y entrenador en Kosovo para las Naciones Unidas.
Iepe creó este híbrido
Iepe Rubingh (sobre estas líneas), un artista holandés de 34 años, creó el ajedrez-boxeo y se proclamó campeón del mundo en el primer torneo que se disputó. Ahora es el presidente de la Federación y ofrece conferencias para promocionar su deporte.
La inspiración
Este cómic, del francés Enki Bilal, sirvió de inspiración en 2003 a Iepe Rubingh para fundar el ajedrez-boxeo.
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