Cuestión de distancia
Una persona tiene un 25 % más de probabilidades de sentirse contenta como consecuencia de la alegría de un amigo que vive dentro de un radio de 1.6 kilómetros de ella, descubrieron los investigadores. La alegría de los vecinos de al lado hace que una persona tenga 34% más de probabilidades de sentirse bien. La felicidad de cónyuges y de hermanos que viven en un radio de 1.6 kilómetros alentó la alegría en menor grado, mientras que la de los compañeros de trabajo no tubo efecto alguno.
Los hallazgos corresponden al Framingham Herat Study, que se realiza desde 1948 en el pueblo de Massachussets del mismo nombre. Los investigadores analizaron los cuestionarios que contestaron los consultados entre 1983 y 2003, valiéndose de modelos digitales para organizar 54,228 vínculos sociales enumerados por quienes participaron en el estudio.
Contentos, optimistas
Los datos de Framingham se habían utilizado antes para evaluar la depresión como factor de riesgo de trastornos cardiacos, pero esta es la primera vez que los investigadores han estudiado la alegría en una red tan amplia, manifestó Christakis.“Demostramos que la felicidad no depende solo de los amigos y la familia, sino de si los amigos de los amigos son felices” refirió en entrevista telefónica.
La alegría se extiende con más facilidad y constancia que la infelicidad, agregó. Los buenos sentimientos de las personas pueden extenderse hasta aquellos a quienes no conocen. Tener $5000 más sólo hizo que la gente tuviera un 2% más de probabilidades de sentirse contenta, señalaron los autores del estudio. (Fuente: Diario Gestión)
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