Monseñor Miguel Cabrejos y Beatriz Merino
Lima.- Un llamado a la serenidad y al cese de enfrentamientos formuló hoy la Conferencia Episcopal Peruana y la Defensoría del Pueblo, para evitar un mayor número de pérdidas humanas en los actos de protesta de las comunidades amazónicas en la región selvática.
Mediante comunicado, ambas instituciones lamentan “profundamente el desenlace violento” que ocurre en las ciudades de Bagua Chica y Bagua Grande, departamento de Amazonas, que ocasionó la muerte de civiles y policías, y un saldo de varios heridos.
El documento agrega que la vida es un valor supremo que en cualquier circunstancia debe ser protegida y privilegiada, tanto la de nuestras comunidades nativas históricamente desatendidas como la de quienes, en cumplimiento de su deber constitucional, procuran el restablecimiento del orden.
“Hacemos un clamoroso llamado a la serenidad y demandamos que, de manera inmediata, cesen enfrentamientos entre compatriotas. Es urgente que se atienda sin distinción a las personas heridas y a las que se encuentren en riesgo”, remarcan en el texto.
La Conferencia Episcopal y la Defensoría también piden que se proceda en el más breve plazo a restablecer el canal de diálogo, que nunca debió ser interrumpido, y que debe utilizarse como la única vía para resolver pacíficamente los conflictos.
Por ello, invocaron a todas las autoridades y dirigentes a optar por el diálogo y la paz, y expresaron su disposición de colaborar en lo que sean requeridos, a fin de devolver la tranquilidad a las poblaciones afectadas y a todo Perú.
El comunicado es suscrito por la titular de la Defensoría del Pueblo, Beatriz Merino; y el presidente de la Comisión Episcopal Peruana, monseñor Miguel Cabrejos Vidarte. (Fuente: Andina)
Mediante comunicado, ambas instituciones lamentan “profundamente el desenlace violento” que ocurre en las ciudades de Bagua Chica y Bagua Grande, departamento de Amazonas, que ocasionó la muerte de civiles y policías, y un saldo de varios heridos.
El documento agrega que la vida es un valor supremo que en cualquier circunstancia debe ser protegida y privilegiada, tanto la de nuestras comunidades nativas históricamente desatendidas como la de quienes, en cumplimiento de su deber constitucional, procuran el restablecimiento del orden.
“Hacemos un clamoroso llamado a la serenidad y demandamos que, de manera inmediata, cesen enfrentamientos entre compatriotas. Es urgente que se atienda sin distinción a las personas heridas y a las que se encuentren en riesgo”, remarcan en el texto.
La Conferencia Episcopal y la Defensoría también piden que se proceda en el más breve plazo a restablecer el canal de diálogo, que nunca debió ser interrumpido, y que debe utilizarse como la única vía para resolver pacíficamente los conflictos.
Por ello, invocaron a todas las autoridades y dirigentes a optar por el diálogo y la paz, y expresaron su disposición de colaborar en lo que sean requeridos, a fin de devolver la tranquilidad a las poblaciones afectadas y a todo Perú.
El comunicado es suscrito por la titular de la Defensoría del Pueblo, Beatriz Merino; y el presidente de la Comisión Episcopal Peruana, monseñor Miguel Cabrejos Vidarte. (Fuente: Andina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario