El juez español Baltasar Garzón. Foto: Luis Incháustegui.
Madrid.- El detenido jefe de ETA, Jurdan Martitegi Lisaso, tenía planeado asesinar al magistrado del Juzgado Central de Instrucción Nº 5, Baltasar Garzón, con una botella de coñac envenenado, que le iba a ser obsequiada.
El plan para asesinarlo figuraba en un documento decomisado al líder etarra tras su detención en Perpiñán, el pasado 18 de abril.
En el documento se pude colegir que también se habría atentado contra otros magistrados de la audiencia como Fernando Grande-Marlaska y Santiago Pedraz.
El plan consistía en enviar como regalo una botella de coñac de calidad o de otra bebida que le gustase al magistrado, cuyo contenido iba a ser envenenado.
El atentado era planteado, según el documento, como un desafío a las medidas de seguridad de los potenciales objetivos de ETA.
Para sortear la vigilancia de la audiencia, el regalo envenenado iba a ser acompañado por una tarjeta firmada por un supuesto estudiante de derecho.
El plan para asesinarlo figuraba en un documento decomisado al líder etarra tras su detención en Perpiñán, el pasado 18 de abril.
En el documento se pude colegir que también se habría atentado contra otros magistrados de la audiencia como Fernando Grande-Marlaska y Santiago Pedraz.
El plan consistía en enviar como regalo una botella de coñac de calidad o de otra bebida que le gustase al magistrado, cuyo contenido iba a ser envenenado.
El atentado era planteado, según el documento, como un desafío a las medidas de seguridad de los potenciales objetivos de ETA.
Para sortear la vigilancia de la audiencia, el regalo envenenado iba a ser acompañado por una tarjeta firmada por un supuesto estudiante de derecho.
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