Presidente Alan Garcia, en la Condecoración , al cardenal Luis Cipriane.Foto.ANDINA / Norman Córdova
La condecoración al arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani, es un reconocimiento y una reivindicación a su destacada trayectoria personal, y “pone las cosas en su sitio”, pues, en algún momento se quiso mancillar su dignidad, afirmó el presidente Alan García Pérez.
En su discurso, durante la ceremonia en que la Cancillería le impuso al religioso la Orden El Sol del Perú en el Grado de Gran Cruz, destacó algunas cualidades personales de Cipriani, como el ser una persona directa y severa.
“Directo porque escoge el camino sincero de hablar echándose a veces el peso de divergencias encima, y eso es algo que valoro profundamente (…) Severo porque sabe enfrentar circunstancias y decir sus verdades, aunque el viento y la marea se inclinen en otras direcciones”.
El Jefe del Estado también valoró en el cardenal su capacidad de reconocer, en todos, su derecho a la salvación y la verdad, y subrayó que no es un secreto que la dignidad de Cipriani quiso ser mancillada en algún momento.
“Todo esto lo ponemos sintéticamente sobre su pecho con esta condecoración, pero, además, ponemos las cosas en su sitio, porque para nadie es un secreto que la dignidad y majestad de un príncipe de la Iglesia quiso ser mancillada en algún momento”.
Indicó, en ese sentido: “Ahora tenemos la necesidad de reivindicar y compensar, aunque no lo requiera ni necesite, al pastor primado de la Iglesia peruana, al cual se quiso enlodar y mancillar en algún momento.”
Mencionó que, a nombre del Estado peruano: “Podemos decirle que estamos satisfechos de ver las cosas nuevamente en su sitio y confiamos en que por muy largos años siga siendo el primado de nuestra Patria.”
El Mandatario estuvo acompañado por su esposa, Pilar Nores; y el canciller, José Antonio García Belaunde, quien le impuso a Cipriani la Orden El Sol del Perú en el Grado de Gran Cruz, al cumplirse 10 años de su nombramiento como el 32º arzobispo de Lima. (Fuente: ANDINA)
La condecoración al arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani, es un reconocimiento y una reivindicación a su destacada trayectoria personal, y “pone las cosas en su sitio”, pues, en algún momento se quiso mancillar su dignidad, afirmó el presidente Alan García Pérez.
En su discurso, durante la ceremonia en que la Cancillería le impuso al religioso la Orden El Sol del Perú en el Grado de Gran Cruz, destacó algunas cualidades personales de Cipriani, como el ser una persona directa y severa.
“Directo porque escoge el camino sincero de hablar echándose a veces el peso de divergencias encima, y eso es algo que valoro profundamente (…) Severo porque sabe enfrentar circunstancias y decir sus verdades, aunque el viento y la marea se inclinen en otras direcciones”.
El Jefe del Estado también valoró en el cardenal su capacidad de reconocer, en todos, su derecho a la salvación y la verdad, y subrayó que no es un secreto que la dignidad de Cipriani quiso ser mancillada en algún momento.
“Todo esto lo ponemos sintéticamente sobre su pecho con esta condecoración, pero, además, ponemos las cosas en su sitio, porque para nadie es un secreto que la dignidad y majestad de un príncipe de la Iglesia quiso ser mancillada en algún momento”.
Indicó, en ese sentido: “Ahora tenemos la necesidad de reivindicar y compensar, aunque no lo requiera ni necesite, al pastor primado de la Iglesia peruana, al cual se quiso enlodar y mancillar en algún momento.”
Mencionó que, a nombre del Estado peruano: “Podemos decirle que estamos satisfechos de ver las cosas nuevamente en su sitio y confiamos en que por muy largos años siga siendo el primado de nuestra Patria.”
El Mandatario estuvo acompañado por su esposa, Pilar Nores; y el canciller, José Antonio García Belaunde, quien le impuso a Cipriani la Orden El Sol del Perú en el Grado de Gran Cruz, al cumplirse 10 años de su nombramiento como el 32º arzobispo de Lima. (Fuente: ANDINA)
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