Claudia Llosa. Foto: ANDINA / Victor Palomino
La joven directora Claudia Llosa está contenta y con una agenda apretada para conceder entrevistas, pero tuvo tiempo de abrir su corazón. Es una mujer positiva, prudente, espiritual y sabe ser arriesgada.
¿Qué te quita el sueño?
¿Qué te quita el sueño?
-Cuando trabajo mucho me acelero, y eso a veces me impide dormir.
¿Eres de ideas fijas?
-Me considero una persona flexible, pero perseverante.
¿Es un rasgo tuyo o lo has aprendido?
-Lo he aprendido, pero mi rasgo personal es que soy una persona positiva.
¿Para dirigir es buena esa actitud?
-Cada director tiene métodos. Para mí sí es indispensable marcar un pensamiento positivo y trabajar desde la salud, lo sano, lo bonito, desde la entrega, desde el entusiasmo.
Eres una directora de cine joven ¿sientes orgullo?
-¡Claro! Y también me siento muy agradecida de la vida, de las oportunidades, y me gusta agradecer y devolver de una manera u otra lo que me dan.
¿Le agradeces a Dios?
-Soy espiritual, y así me vinculo con la gente que me rodea. He sido criada en una matriz cultural católica, pero me confieso más espiritual que religiosa.
Te relacionas con las personas desde lo sano, desde la luz. ¿Temes a lo oscuro?
-No, como todo ser humano, le temo a la enfermedad o que le pase algo a mi familia….
¿Y a los sentimientos torcidos?
-Tampoco. Creo que todos los seres humanos tienen capacidad de llegar a ambos límites: la luz y la oscuridad, y trabajando eso se puede elegir lo más cómodo para uno mismo.
¿En qué momento has tenido tu lado oscuro?
-No quiero entrar en temas personales, prefiero mantenerlos en la esfera privada; pero como toda persona he pasado por momentos difíciles y también placenteros.
¿Eres osada o valiente?
-No me considero una persona osada, tomo siempre las debidas precauciones del caso, me gusta sentirme cómoda y que piso algo seguro. Pero considero que sé tomar riesgos.
¿Qué rasgo psicológico te defines?
-Eso se lo tendrías que preguntar a la gente que me conoce, jajajaja, pero soy muy entusiasta.
¿Tuviste la crisis de los 30?
-He tenido crisis, pero nada que ver con la edad.
¿Con quien no hablarías nunca?
-No me cierro a nada ni a nadie.
¿Qué te estremece?
-Defíneme esa palabra porque te puede estremecer algo positivo o negativo. Es muy abierta la pregunta, son mil cosas…
¿La naturaleza humana no te estremece?
-Probablemente me estremece la niñez, su desamparo y sus juegos.
¿Eras juguetona de chiquita?
-Mucho, me inventaba de todo. Hacía casas de sábanas y túneles interminables en los que jugaba con mis primas.
Tienes 32 años ¿ya amaste intensamente?
-Por supuesto, y sigo amando.
¿Qué locuras has hecho por amor?
-¡Todas!
¿Eres intensa en la intimidad?
-Soy intensa, y déjalo ahí, jajajaja
¿Durante el rodaje de “La Teta Asustada”, tuviste alguna crisis de identidad?
-No. Me sentí muy bien acompañada; me apoyaron en mis momentos más débiles, pero no llegué a sentirme en crisis.
¿Eres una directora demócrata o autoritaria?
-Me gustaría definirme como demócrata pero eso lo tiene que definir la gente que trabaja conmigo.
¿Por qué la dirección y no la actuación?
-Desde el punto de vista personal nunca me ha interesado la actuación. Prefiero contar historias, y conectarme con situaciones que me conmueven a través de la narrativa cinematográfica. Me interesó desde muy pequeña.
¿Crees que las mujeres tienen una visión de la vida diferente a la de los hombres?
-Creo que cada persona tiene una visión personal de lo que ocurre, cada ser humano, al margen del género.
¿Te identificas con alguna directora de cine en particular?
-Me gusta mucho el trabajo de Jane Campion, directora de “El Piano”, “Sweetie” y “Retrato de una dama”. Conecta con lo emocional a través de lo visual, y narra las historias siempre desde un lado distinto.
No sabes hablar quechua ¿qué te produce esa constatación?
-Ganas de aprenderlo, me acerca, me atrae, me entusiasma, me gusta escucharlo, me sugiere, me abre los poros, me invita a volar…
Cuando oíste cantar a Magaly en quechua luego de recibir el premio ¿Qué sentiste?
-Me gustó mucho que escogiera la canción porque es la que canta el personaje de Fausta en su momento más frágil. Me emocionó que la escoja. Todas las canciones las escribí yo, y ella las ha musicalizado. No tengo ninguna predilecta, tengo un acercamiento distinto a ellas; pero en ese momento esa canción no me la esperaba, pensé que iba a escoger una más luminosa, pero eligió la de la fragilidad, a pesar de estar en el momento más feliz de su vida.
¿Crees que los colegios privados deben enseñar quechua?-
Sí, absolutamente.
¿Te sientes pituca?
-Noooo…
Dicen que todos tenemos de inga y de mandinga ¿qué tienes?
-Totalmente de los dos, y espero conservar ambas partes y llenarme de otras nuevas que adquiriré en el curso de mi vida y experiencias. (Fuente: Andina)
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