martes, 2 de junio de 2009

Continúan especulaciones sobre causas de desaparición de Air France en el Atlántico

Familiares y amigos llegan al aeropuerto Tom Jobim de Río de Janeiro para recibir información sobre el avión Airbus A330-200 de la aerolínea Air France, que desapareció con 228 personas a bordo. Foto: EFE

París.- Mientras prosigue la búsqueda intensiva del Air France que desapareció en el Atlántico con 228 personas a bordo, continúan la especulaciones sobre qué es lo que le podría haber ocurrido al avión en pleno vuelo y provocase esa brutal catástrofe.
Equipos brasileños de rescate ubicaron hoy flotando en en la parte del océano donde se perdió la señal algunos restos que podrían pertenecer a la aeronave, pero su identificación todavía no ha sido verificada.
Y, entre tanto, son muchas las teorías que han ido emergiendo por parte de un buen número de expertos movilizados por los medios franceses y la propia Air France. Pero cada vez son más quienes descartan que el avión cayera al océano por culpa de un rayo.
Según la Oficina Nacional Francesa de Estudios Aeroespaciales e Investigación, de media un avión comercial sufre el impacto de un rayo una vez cada 1.000 horas de vuelo. Eso significa que el desaparecido Airbus 330-200 ya habría sufrido impactos de rayos al menos 18 veces, sin daños significativos.
"Un rayo puede dañar un avión, podría por ejemplo estropear las computadoras", dijo a i-tele Eric Derivry, del Sindicato Nacional de Pilotos Aéreos. "Pero nunca un avión fue destruido en el
aire por un rayo. Los rayos no lo explican todo", indica DPA.

Turbulencias

Otra teoría es que el avión se topara con una tormenta de tal magnitud que simplemente lo arrastrara en el aire de un lado a otro como si fuera un insecto. La zona en la que desapareció el Airbus es temida por marineros y pilotos debido a sus violentas tormentas. Por eso, los pilotos que realizan la ruta entre Sudamérica y Europa se entrenan específicamente para gestionar turbulencias.
"Hay turbulencias que pueden arrancar las alas de un avión", dijo el experto François Grangier al diario "Le Figaro". Otra posibilidad, apuntó, es que un rayo dañara la antena del avión, privándolo de radio y radar. "Entonces, se habría enfrentado a una tormenta sin equipamiento".
Como el avión desapareció de forma tan repentina y sin enviar ninguna señal, también se baraja la idea de una explosión, quizá originada por una bomba terrorista. Sin embargo, el ministro francés de Defensa, Hervé Morin, dijo que no hay indicios sobre un ataque de este tipo, aunque tampoco descarta esa posibilidad.
"No tenemos derecho a descartar un acto terrorista", dijo Morin en la radio Europe 1. "Pero hoy en día no hay pruebas que nos permitan concluir (...) que eso fue la causa del accidente."
Si una bomba hizo desaparecer el vuelo AF477, nadie la ha revindicado, por lo que la causa de la mayor tragedia aérea en la historia de Air France sigue siendo un profundo misterio.
Según Grangier, para determinar la causa del accidente "deben recopilarse y ordenar todas las piezas del puzle". Pero es demasiado pronto para prever lo que ocurrió en realidad. "Puede haber un incalculable número de hipótesis", añadió.
Y todos están de acuerdo en que las principales piezas del puzle se encuentran en las cajas negras del avión, que estarían perdidas entre los presuntos escombros. "La prioridad absoluta es encontrar las cajas negras", dijo hoy el ministro francés de Medio Ambiente y Transporte, Jean-Louis Borloo.
Cada avión lleva dos cajas negras, una que graba los datos del vuelo y otra la voz en la cabina de pilotaje. Encontrarlas es esencial para ayudar a los investigadores cuando se produce una catástrofe con un avión.
Cada caja negra está dotada de un faro localizador sumergible que envía una señal ultrasónica detectable con equipos de localización vía sonar o acústicos, pero sólo durante 30 días. El problema es que la franja donde desapareció el lunes el avión, 820 kilómetros al noreste del archipiélago brasileño de Fernando de Noronha, tiene una profundidad de entre 3.000 y 4.000 metros, lo que dificulta el rescate de las cajas negras, que se convierte en casi imposible.
Así, no se descarta que jamás se sepa por qué el vuelo AF447 que salió de Río de Janeiro rumbo París fue engullido por el océano. (Fuente: Andina)

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