Contrabando en Desaguadero (Puno), frontera Perú-Bolivia. Foto: ANDINA / Carlos Lezama Por Mauricio Vargas
La instalación de la zona franca en Puno permitirá dinamizar el empleo y reducir el contrabando en el departamento altiplánico, aseveró el presidente de la Cámara de Comercio local, Víctor Madariaga Ancieta, quien estimó que, de concretarse, el empleo de los puneños crecería en tres por ciento en una primera etapa.
Explicó que la Zona Económica Especial de Puno (Zeedepuno), cuya ley de creación fue promulgada hace más de dos años, contaría con un área industrial, agroindustrial y comercial, donde los puneños podrán vender sus productos y servicios de manera formal.
“Una zona franca debe estar lejos de la ciudad y debe servir como un instrumento que permita atraer la inversión y generar trabajo para los miles de puneños, quienes -en busca de mejores oportunidades- se van cada año a regiones como Arequipa, Moquegua y Tacna”, expresó.
Madariaga manifestó que una consecuencia de la falta de empleo en Puno es el contrabando en zonas como Desaguadero, Tilali y otras, donde al año ingresan unos 300 millones de dólares en productos a través de esta ilícita actividad, sobre todo en la zona de frontera.
Según estudios de la Cámara de Comercio de Puno, 120 mil familias puneñas estaban dedicadas al contrabando el año pasado, cifra que se elevó este año a 135 mil, producto de la falta de empleo y desarrollo en las zonas rurales del departamento, manifestó a la agencia Andina.
Añadió que esta actividad ilegal genera al fisco pérdidas anuales de 700 millones de dólares, incrementándose periódicamente, toda vez que los puneños de menores recursos y carentes de trabajo ven en el contrabando una forma de vida y subsistencia.
“El contrabando hormiga es una manera de subsistir del puneño. Mediante esa modalidad se llevan algunas prendas de vestir, escobas, queso, carne, papas y otros productos en menores cantidades. Esa población vive prácticamente todo el tiempo encima de un bus”, mencionó.
El contrabando en Puno es dinámico y el producto más frecuente que ingresa al Perú es la soya de Bolivia, indicó Madariaga Ancieta, quien detalló que, pese a las operaciones de Aduanas en la zona, es difícil combatir el flagelo debido a que para muchos es un gran negocio.
Por el contrario, los productos de contrabando que más ingresan a Bolivia son tubérculos, frutas y verduras, entre otros que son transportados en camiones que penetran, sobre todo, los fines de semana al país altiplánico a través de Desaguadero, en la zona de frontera.
Las intervenciones, agregó, se intensifican en la zona como parte de las acciones de control de la Fiscalía y Aduanas, mientras que la Cámara de Comercio de Puno busca siempre estimular –por su parte- la formalización de los comerciantes ilegales, aunque con muy poco éxito.
“Hacemos lo imposible para que esos comerciantes se formalicen, pero es difícil porque no hay trabajo, ni créditos para empresarios del sector rural. La zona franca no es la panacea, pero es un instrumento que puede mejorar las condiciones de trabajo y reducir el contrabando”, dijo.
Para el titular de la Cámara de Comercio puneña es necesario que los miembros del Comité de Administración de la Zona Económica Especial de Puno (Zeedepuno), adopten la decisión política de llevar este proyecto adelante, pues su retraso frena el desarrollo del departamento.
Este comité instalado por ley está integrado por un representante del gobierno regional de Puno, así como del municipio provincial, la Cámara de Comercio, la Sunat-Aduanas y el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).
Como un avance en ese sentido, Madariaga destacó que ya se convocó a una licitación para efectos de realizar los estudios de factibilidad de la Zeedepuno, los cuales estarían listos en unos seis meses.
“Puno es un emporio de riqueza, tenemos materia prima de primer nivel, tenemos gas, petróleo, el bolsón de agua más grande en Sudamérica. Si atraemos la inversión con una zona franca, habrá más divisas para el fisco y más puestos de trabajo en Puno”, puntualizó. (Fuente: Andina)
Explicó que la Zona Económica Especial de Puno (Zeedepuno), cuya ley de creación fue promulgada hace más de dos años, contaría con un área industrial, agroindustrial y comercial, donde los puneños podrán vender sus productos y servicios de manera formal.
“Una zona franca debe estar lejos de la ciudad y debe servir como un instrumento que permita atraer la inversión y generar trabajo para los miles de puneños, quienes -en busca de mejores oportunidades- se van cada año a regiones como Arequipa, Moquegua y Tacna”, expresó.
Madariaga manifestó que una consecuencia de la falta de empleo en Puno es el contrabando en zonas como Desaguadero, Tilali y otras, donde al año ingresan unos 300 millones de dólares en productos a través de esta ilícita actividad, sobre todo en la zona de frontera.
Según estudios de la Cámara de Comercio de Puno, 120 mil familias puneñas estaban dedicadas al contrabando el año pasado, cifra que se elevó este año a 135 mil, producto de la falta de empleo y desarrollo en las zonas rurales del departamento, manifestó a la agencia Andina.
Añadió que esta actividad ilegal genera al fisco pérdidas anuales de 700 millones de dólares, incrementándose periódicamente, toda vez que los puneños de menores recursos y carentes de trabajo ven en el contrabando una forma de vida y subsistencia.
“El contrabando hormiga es una manera de subsistir del puneño. Mediante esa modalidad se llevan algunas prendas de vestir, escobas, queso, carne, papas y otros productos en menores cantidades. Esa población vive prácticamente todo el tiempo encima de un bus”, mencionó.
El contrabando en Puno es dinámico y el producto más frecuente que ingresa al Perú es la soya de Bolivia, indicó Madariaga Ancieta, quien detalló que, pese a las operaciones de Aduanas en la zona, es difícil combatir el flagelo debido a que para muchos es un gran negocio.
Por el contrario, los productos de contrabando que más ingresan a Bolivia son tubérculos, frutas y verduras, entre otros que son transportados en camiones que penetran, sobre todo, los fines de semana al país altiplánico a través de Desaguadero, en la zona de frontera.
Las intervenciones, agregó, se intensifican en la zona como parte de las acciones de control de la Fiscalía y Aduanas, mientras que la Cámara de Comercio de Puno busca siempre estimular –por su parte- la formalización de los comerciantes ilegales, aunque con muy poco éxito.
“Hacemos lo imposible para que esos comerciantes se formalicen, pero es difícil porque no hay trabajo, ni créditos para empresarios del sector rural. La zona franca no es la panacea, pero es un instrumento que puede mejorar las condiciones de trabajo y reducir el contrabando”, dijo.
Para el titular de la Cámara de Comercio puneña es necesario que los miembros del Comité de Administración de la Zona Económica Especial de Puno (Zeedepuno), adopten la decisión política de llevar este proyecto adelante, pues su retraso frena el desarrollo del departamento.
Este comité instalado por ley está integrado por un representante del gobierno regional de Puno, así como del municipio provincial, la Cámara de Comercio, la Sunat-Aduanas y el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).
Como un avance en ese sentido, Madariaga destacó que ya se convocó a una licitación para efectos de realizar los estudios de factibilidad de la Zeedepuno, los cuales estarían listos en unos seis meses.
“Puno es un emporio de riqueza, tenemos materia prima de primer nivel, tenemos gas, petróleo, el bolsón de agua más grande en Sudamérica. Si atraemos la inversión con una zona franca, habrá más divisas para el fisco y más puestos de trabajo en Puno”, puntualizó. (Fuente: Andina)
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