miércoles, 3 de junio de 2009

Consideran que turbulencia hizo estallar en pedazos a avión de Air France

La aeronave C-105 de la Fuerza Aérea brasileña llega all aeropuerto del archipiélago Fernando de Noronha, donde se concentran la búsqueda del avión Airbus A330-200. Foto: EFE

Lima.- El avión de Air France que desapareció en el océano Atlántico cuando iba de Brasil a Francia no cayó por el contacto con un rayo, según un especialista, quien consideró que lo más probable es que dicha nave haya entrado en zona tormentosa, cuya turbulencia hizo que estallase en pedazos.
“A los aviones no les afectan los rayos, ya que no están conectados a tierra; es algo similar a las aves que se posan sobre cables eléctricos o de alta tensión y no se electrocutan porque no tienen contacto con tierra, es decir, falta el otro polo”, señaló el piloto e investigador de accidentes aéreos Víctor Girao.
"Aparte de la ciencia lo decimos por experiencia, ya que volando hemos recibido centenares de rayos y algunas veces ni nos dimos cuenta; aunque sabemos de algunos casos en que han causado incidentes”.
Sostuvo que algunos aviones de última generación, con todo computarizado, construidos con nuevos materiales o aleaciones más ligeras que dicen son más resistentes, especialmente los airbus, al tener todos los controles gobernados por energía eléctrica dependen demasiado de ella.
Es decir, las superficies aerodinámicas para comandar el avión, los aceleradores de los motores, las comunicaciones, el radar y demás equipos o sistemas son operados por computadoras que necesitan electricidad, y si ésta se pierde por completo el piloto nada podrá hacer para controlar o comandar la aeronave, lo cual resultará inevitablemente en un accidente aéreo, apuntó.
No obstante, consideró casi imposible que se pierda por completo la energía eléctrica.
Refirió que si el accidente se produjo porque le cayó un rayo al avión, significaría que estuvo volando en zona tormentosa.
Precisó que los aviones tienen radares meteorológicos a colores de gran alcance, de más de 300 kilómetros, con indicaciones muy precisas sobre las características atmosféricas de la zona o área que atravesará, lo cual les permite a los pilotos evitar las partes más severas de las tormentas.
“Pero si la aeronave pierde toda la energía eléctrica, el piloto se quedará sin radares y eso dentro de una tormenta también puede ser fatal ya que estará expuesta no solamente a rayos, sino también a una muy severa turbulencia que podría dañar la estructura del avión hasta deformarla o quebrarla, lo cual, en nuestra opinión, es lo que ha ocurrido”, puntualizó. (Fuente: Andina)

No hay comentarios: