Un grupo de militares prepara equipo técnico en el helicóptero H-60 BlackHawk de la Fuerza Aérea brasileña en el aeropuerto del archipiélago Fernando de Noronha. Foto: EFE
Sao Paulo.- Los últimos mensajes enviados desde el avión de Air France muestran que la nave se vio envuelta en una secuencia de fallas eléctricas y de su sistema básico, tras atravesar una zona de turbulencias. La aeronave habría caído en picada durante cuatro minutos, pero antes pudo comunicarse seis veces.
Entre las 23:10 y las 23:14 de la noche del domingo (hora de Brasil) se produjeron al menos seis comunicaciones entre la aeronave y los ordenadores de Air France en tierra, según una fuente de la compañía citada por el diario brasileño Jornal da Tarde.
Las letras y los números contenidos en esos mensajes, traducidos por un empleado de airbus, muestran que se produjeron fallos en el ordenador principal del avión, así como en la Air Data Inertial Reference Unit (ADIRU), la unidad responsable de informar de su altitud y velocidad vertical.
A las 04:00 horas, el comandante informó de la presencia de un área de fuertes turbulencias por encima del nivel de las nubes, así como de lluvias cargadas de electricidad y fuertes vientos.
Diez minutos después, a las 04:10, el piloto automático fue desconectado -voluntaria o involuntariamente, por ahora se desconoce- y surgieron los primeros indicios de problemas en el generador eléctrico.
En los dos minutos siguientes, otros dos mensajes indicaron errores en los sistemas de recogida y visualización de la información del vuelo.
A las 04:13 se volvió a alertar automáticamente de los problemas en el sistema principal (Prim1) y en otro auxiliar (Sec1), encargado del control de los spoilers o mecanismos de frenado.
A las 04:14 horas se envió una alerta para informar del aumento de la velocidad vertical del A330-200, lo que según Jornal da Tarde podría indicar la despresurización de la cabina o incluso que el avión ya estaba cayendo al océano en ese momento.
Algunos de los detalles que faltan conocer deben permanecer en las cajas negras, cuya localización centra ahora las tareas de búsqueda.
Por el momento, los aviones que participan en la misión han encontrado restos a unos 1,000 kilómetros de las costas brasileñas, como asientos de avión flotando en el agua y una pieza "aparentemente metálica" de siete metros de diámetro.
También se ha avisado de "una capa de querosene de 20 kilómetros" en el Atlántico, según los portavoces de la Fuerza Aérea de Brasil, informó el diario El Mundo.
Entre las 23:10 y las 23:14 de la noche del domingo (hora de Brasil) se produjeron al menos seis comunicaciones entre la aeronave y los ordenadores de Air France en tierra, según una fuente de la compañía citada por el diario brasileño Jornal da Tarde.
Las letras y los números contenidos en esos mensajes, traducidos por un empleado de airbus, muestran que se produjeron fallos en el ordenador principal del avión, así como en la Air Data Inertial Reference Unit (ADIRU), la unidad responsable de informar de su altitud y velocidad vertical.
A las 04:00 horas, el comandante informó de la presencia de un área de fuertes turbulencias por encima del nivel de las nubes, así como de lluvias cargadas de electricidad y fuertes vientos.
Diez minutos después, a las 04:10, el piloto automático fue desconectado -voluntaria o involuntariamente, por ahora se desconoce- y surgieron los primeros indicios de problemas en el generador eléctrico.
En los dos minutos siguientes, otros dos mensajes indicaron errores en los sistemas de recogida y visualización de la información del vuelo.
A las 04:13 se volvió a alertar automáticamente de los problemas en el sistema principal (Prim1) y en otro auxiliar (Sec1), encargado del control de los spoilers o mecanismos de frenado.
A las 04:14 horas se envió una alerta para informar del aumento de la velocidad vertical del A330-200, lo que según Jornal da Tarde podría indicar la despresurización de la cabina o incluso que el avión ya estaba cayendo al océano en ese momento.
Algunos de los detalles que faltan conocer deben permanecer en las cajas negras, cuya localización centra ahora las tareas de búsqueda.
Por el momento, los aviones que participan en la misión han encontrado restos a unos 1,000 kilómetros de las costas brasileñas, como asientos de avión flotando en el agua y una pieza "aparentemente metálica" de siete metros de diámetro.
También se ha avisado de "una capa de querosene de 20 kilómetros" en el Atlántico, según los portavoces de la Fuerza Aérea de Brasil, informó el diario El Mundo.
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